Esta mañana fue desalojado un recinto que hasta 2019 funcionó como jardín infantil y que, tras su cierre, fue tomado por un pastor que realizaba actividades religiosas. Luego comenzó a ser utilizado por personas en situación de calle, convirtiéndolo en un foco de drogas y alcohol. Según Carabineros, el procedimiento no está vinculado con el crimen organizado, sino que con la recuperación de un espacio público.