El fiscal de Análisis Criminal, Matías Arellano, entregó en la audiencia de formalización inéditos detalles sobre cómo los hermanos y el sicario planificaron el frustrado crimen contra el locatario.
Este jueves se realizó la audiencia de formalización contra los tres acusados de cometer un homicidio frustrado en contra de Mauricio Guzmán, en Concepción.
Los sujetos, que quedaron en prisión preventiva, son los propios hijos de la víctima, quienes habrían pagado a un sicario de nacionalidad colombiana para perpetrar el crimen.
En total fueron tres los disparos que percutó el autor material del frustrado crimen y, aunque la última bala impactó en la cabeza del hombre de 51 años, sobrevivió y se encuentra en riesgo vital.
De acuerdo con el fiscal Matías Arellano, el sicario confesó que los tres hermanos le entregaron una pistola y una bolsa con balas. Y aunque esperaba recibir un pago inicial de $500 mil, le entregaron $390 mil.
Para identificar el objetivo, le entregaron fotos del padre al que debía asesinar, junto con detalles sobre su rutina. Luego, investigó su recorrido durante dos días antes de ejecutar el crimen, informó El Contraste.
El día de los hechos, la madrugada del 19 de julio, se despertó a las 3:00 de la madrugada para subir a un vehículo de una aplicación de transportes, a quien había contactado previamente.
Según consignó Radio BíoBío, fiscalía maneja como hipótesis inicial que este crimen habría tenido motivaciones económicas internas dentro de la familia.
En concreto, especulan que habría una disputa económica entre padre e hijos. Erica Guzmán, tía de los imputados y hermana de la víctima, reveló "consternación" en la familia.
De momento, Guzmán se mantiene internado en el Hospital Regional de Concepción con un positivo avance de salud, de acuerdo con el medio antes citado.