El líder norcoreano Kim Jong-un informó que, tras detectar los masivos casos de personas con fiebre, unas 187.000 ciudadanos y ciudadanas han sido puestas en cuarentena.
La agencia KCNA informó que el líder norcoreano, Kim Jong-un, visitó el centro de emergencia epidémica nacional el jueves y dijo que, "desde el final de abril, una fiebre de origen desconocido se ha propagado de manera explosiva por todo el país, resultando en unos 350.000 casos de fiebre en poco tiempo, de los cuales unos 162.200 han sido tratados con éxito".
Kim añadió que tan solo en la víspera se detectaron 18.000 nuevos casos de estas fiebres y que por el momento "unas 187.000 personas han sido puestas en cuarentena para ser tratadas, y seis han fallecido".
Corea del Norte informó de la confirmación de los primeros casos de coronavirus en el país tras testar a un grupo de gente en Pionyang, en la que se detectó la altamente contagiosa variante Ómicron BA.2 y de que las autoridades han decretado la "emergencia máxima" sanitaria.
El propio Kim instó en una reunión del buró político a todas las ciudades y condados del país "a confinar completamente sus áreas".
La situación preocupa por lo contagioso que ha demostrado ser la variante detectada y el hecho de que el país, que lleva aislado del exterior desde 2020, ha rechazado la donación de casi cinco millones de dosis de vacunas por parte del mecanismo COVAX.
A lo anterior se suma la escasez de recursos médicos, y una capacidad de testado que se considera casi nula. En ese sentido, es que las cifras entregadas por régimen, hasta marzo se habían controlado solo a 64.207 personas, es decir, un 0,5 % de la población.
La información sobre fallecimientos y posibles contagios llega horas después de que la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijera en rueda de prensa que Estados Unidos actualmente no tiene planes de entregar vacunas a Corea del Norte.