Esta popular aplicación cuenta con filtros que permiten cambiar características de nuestro rostro, un juego entretenido que, sin embargo, para muchas personas, principalmente adolescentes que tienen una mirada devaluada de sí mismos, puede ser un problema y provocar ruidos cognitivos, debido a los estereotipos de belleza que promueven.
El uso de redes sociales durante el período de confinamiento aumentó considerablemente, un espacio de relajo y entretención donde muchos usuarios, por ejemplo, comparten fotografías. Un contexto que volvió muy popular la utilización de aplicaciones y filtros que son capaces de cambiar las características del rostro.
Verse más joven, más viejo, con otro tono de pelo, con un color de ojos diferente e incluso proyectar cómo seríamos si cambiáramos de género. Esas son algunas de las infinitas posibilidades que ofrecen estas tecnologías de manipulación fotográfica, las que se han popularizado a tal punto que las imágenes se reproducen por miles en las diferentes redes sociales, como si se tratara de una función viral que llegó para quedarse.
Según Andrés Gallardo, director de desarrollo de Desafío Latam, la fama de este tipo de aplicaciones se debe al nivel de tecnología que utilizan para lograr en muchas ocasiones impresionantes resultados: "Estas aplicaciones funcionan con modelos de inteligencia artificial, eso significa que trabajan recolectando datos, es decir, que mientras más trabajan, mejores son. Es cada vez más real".
FaceApp es una de ellas, de hecho, es la más popular de todas, pero hay algo que muchos ignoran. El uso de estas plataformas no es inocuo para los usuarios: "Siempre hay riesgo al utilizar este tipo de aplicación, estas entregando datos de rostros, estoy entregando mi cara a alguien, entonces hay que usarlas con prudencia, tampoco tenerles miedo", advierte Gallardo.
Lee también: FaceApp: Estos son los riesgos detrás de la descarga de la app y que casi nadie conoceUn riesgo que está presente en general en todas las aplicaciones, sin embargo, hay un problema que se extiende más allá de la información y los datos que se comparten, tiene que ver con lo delicado que puede llegar a ser propiciar estereotipos de belleza a través de este medio y como esto, puede afectar directamente a aquellas personas con problemas de autoestima.
Por eso conversamos con dos psicólogos para entender cómo un juego inocente, puede ser bastante complejo y delicado para ciertos usuarios.
Luis Pino, académico en la escuela de psicología Universidad de Las Américas, UDLA, nos comenta que este tipo de conductas no tienen nada de malo, de hecho, son parte de una curiosidad universal: "Se trata de ser curioso y saber cómo podría ser cambiando nuestro cuerpo, cambiada su anatomía, incluso transformando nuestra personalidad. Entonces podemos distinguir que, a nivel mundial y a propósito del confinamiento, podría ser un síntoma que aumente y haga más popular el hecho de modificar el cuerpo directamente a través de una aplicación".
Alude a que estos programas permiten jugar con la propia imagen, proyectar muchas veces la apariencia que desearíamos tener según ciertos estereotipos de belleza instalados socialmente.
Se trata de una situación que el académico relaciona con la sensación de angustia que genera la cuarentena: "Esto es un síntoma de lo que nos está ocurriendo, que las personas tengamos conductas por modificar algo de nuestra apariencia, un síntoma del confinamiento que daría cuenta de un estado de ansiedad, de buscar distintas estrategias o situaciones o condiciones de aprobación social, también va a disminuir la ansiedad de buscar la valoración de otras personas, encontrar pareja, etc...".
Utilizar este tipo de aplicaciones permite generar una imagen diferente de lo que realmente somos, para muchos un simple juego, pero hay quienes realmente buscan sentirse mejor consigo mismos, proyectando una figura que no es la real y también buscando la aprobación del resto, a través de un "like".
Lee también: El “cambio de género” que trajo de vuelta FaceApp y que ha transformado a los famososSe trata también de una forma de perpetrar los estereotipos de belleza. "Si uno se fija, lo que te devuelve la aplicación siempre es una persona 'bella' para los estereotipos establecidos por la sociedad", dice Fabián Nichel, psicólogo y académico de la Universidad Central (UCEN).
Es aquí donde existe un riesgo según explica Nichel: "Se genera un ruido cognitivo sobre todo en los adolescentes, es decir, en redes sociales me muestro físicamente de una manera, pero después en mi relación concreta, física, me van a ver tal cual soy, por decirlo de alguna forma, es complejo, para las personas que tienen esta autodescripción, se sienten muy alejados del estereotipo y quieren estar cerca de esa figura".
Algo en lo que coincide el psicólogo de la UDLA, Luis Pino: "hay quienes tienen una imagen devaluada de sí mismos, que tiene que ver con el concepto de autoimagen o autoconcepto y autoestima. Lo más probable es que estén tratando de mejorar su autoestima, la percepción y la valoración que hacen de sus capacidades, en este caso del cuerpo" .
Las personas nos evaluamos muchas veces en cómo nos ven los otros, en la imagen que proyectamos en ellos y ahí está el proceso que juega con estas aplicaciones ya que nos permiten construir una imagen idealizada que muchas veces choca con la realidad y ahí radica el peligro, porque esta mejora de autoestima no es permanente, esa sensación de bienestar respecto de mi apariencia es solo pasajera y se relaciona directamente a la imagen que este tipo de aplicaciones proyecta de mí.
"Como esto es provisorio, va a requerir que el día de mañana yo busque una nueva aplicación, para que esta mejora sea más sustantiva, ¿qué puede ocurrir? ¿qué consecuencia? Las personas que no están satisfechas con su identidad se van a movilizar de manera compulsiva a querer cambiar una identidad y no ser personas legítimas", profundiza el académico de la UDLA.
Lee también: Cracks de la Roja masculina pasaron por filtro de FaceApp y así es cómo se ven en versión femeninaEn este sentido es importante que los padres y el círculo cercano estén atentos a lo que hacen los niños y adolescentes, quienes son más susceptibles a caer en este tipo de problemas de autoestima, debido a que se encuentran en pleno desarrollo.
Sin embargo, los expertos son claros en decir que no hay que prohibir este tipo de herramientas, porque igualmente los estereotipos de belleza están en todos los lugares.
Lo que hay que hacer es "mantener un diálogo permanente, para saber, cómo se autodescriben, cómo se sienten con su cuerpo y consigo mismos", esa es la fórmula de abordar este tipo de juegos sanamente, coinciden ambos especialistas.