Sharm El-Sheikh, un pequeño puerto de Egipto, es el lugar en el que los líderes mundiales de 200 países discutirán, una vez más, cómo reducir el camino hacia un "infierno climático", como describieron el calentamiento global. La COP 27, eso sí, no contará con los líderes de Rusia y China, dos de los países más contaminantes del mundo.