El 3 de marzo de 2000, el entonces senador vitalicio volvió nuestro país tras pasar más de 500 días en arresto domiciliario en Inglaterra tras un orden de detención por los delitos de tortura y desaparición de personas. El ex dictador sorprendió al país tras levantarse y saludar de abrazos al aterrizar en suelo nacional.
Tras 503 días de arresto domiciliario en Londres, el 3 de marzo de 2000, el entonces senador vitalicio Augusto Pinochet Ugarte pisó nuevamente suelo chileno.
En el recinto de la Fuerza Aérea de Chile todos los medios nacionales e internacionales esperaban al general para conocer su delicado estado de salud, el que quedó en evidencia al aparecer en silla de ruedas.
Luego de ser ayudado para bajar del avión, Pinochet entregó su bastón, se levantó de su silla de ruedas y saludó de abrazos a los miembros de las Fuerzas Armadas que allí lo esperaban. La sorpresa fue generalizada.
El abrazo del comandante en jefe del Ejército de Chile, Ricardo Izurieta, fue un gesto de tranquilidad. "Dice que sintió como una oleada de energía, que lo sentíamos todos", dijo su hijo, Augusto Pinochet Hiriart, en el reportaje Pinochet, sus últimos años de TVN.
Pinochet había sido detenido el 16 de octubre de 1998 en medio de su viaje por la capital inglesa luego que el juez español Baltasar Garzón emitiera una orden de captura en su contra.
La medida de Garzón buscaba someterlo a juicio a raíz de los asesinatos de ciudadanos españoles ocurridos durante la dictadura, así como por los delitos de torturas y desaparición de personas.
La comparecencia a tribunales británicos ocurrió por primera vez el 11 de diciembre de 1998. Pero fue en octubre del año siguiente que el tribunal de Bow Street aprobó su extradición a España por los delitos de tortura y conspiración de tortura.
El gobierno chileno fue clave en la resolución de la situación en la que se encontraba Pinochet. En su cuenta pública de 1999, el presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle aseguró que estaba convencido de que "la permanencia del senador Pinochet en Londres acarrea un grave daño a la imagen de Chile en la comunidad internacional e introduce incertidumbres en el devenir político nacional".
Fue finalmente el 2 de marzo de 2000 cuando el ministro del Interior británico, Jack Straw, resolvió liberar a Pinochet por razones humanitarias, debido a su estado de salud.
"Estaba furioso más allá de lo imaginado cuando Pinochet llegó a Santiago, al aeropuerto de Chile, y se puso de pie. Eso probó que era un engaño", contó Straw años más tarde al mencionado medio.
Ese mismo año, el senador enfrentaría un proceso de desafuero por el caso Caravana de la Muerte, a cargo del juez Juan Guzmán. Y si bien fue desaforado, terminaría siendo sobreseído en 2002 por demencia senil.