El protagonista de la imagen viral es José Antonio Vera, director del Liceo Comercial Frei Montalva de Lota, en la Región del Biobío. El gesto forma parte de una sencilla y profunda iniciativa en el establecimiento.
En los últimos días se viralizó la imagen del director de un liceo en Lota, en la Región del Biobío, donde aparecía esperando a los alumnos en un paradero para después trasladarse con ellos al establecimiento.
El protagonista de este viral es José Antonio Vera, quien desde septiembre de 2019 es director del Liceo Comercial Frei Montalva y explicó que este gesto forma parte de una iniciativa al interior del recinto.
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En entrevista con LUN, Vera contextualizó que el recinto pasó de tener 1.100 matriculados en 2010 a menos de 100 al momento de asumir la dirección.
Por lo tanto, debían idear urgente un mecanismo que permitiera retener a los estudiantes y evitar estas fugas masivas, las que se generaban principalmente por peleas violentas y mala convivencia.
José Antonio confesó que "estábamos en una etapa terminal", por lo que implementaron una fórmula: Hacer de los profesores y directivos gente cercana.
"Instalamos un sello socio-afectivo, que tiene que ver con la preocupación", explicó el director, indicando que "el alumno, cuando se siente tomado en cuenta, cuando siente que se están preocupando por él, responde de alguna manera".
"Nuestros profesores y directivos somos muy cercanos. Por ejemplo, los recreos para nosotros son sagrados", agregó.
En ese sentido, Vera sostuvo que "aquí puede venir el Presidente de la República, pero en el recreo nosotros vamos a estar afuera, jugando ping-pong o a la pelota con los jóvenes. O conversando con ellos. Saber cómo están, así de simple".
"Como norma, el equipo directivo tiene que aprenderse el nombre de todos y cada uno de los jóvenes, y ojalá también donde viven", señaló.
Y justamente, la acción de ir por los alumnos al paradero forma parte de esta estrategia. El liceo está ubicado en Villa El Esfuerzo, una zona en Lota también conocida como "Pueblo Hundido" y que en los últimos años se han realizado operativos policiales por tráfico de drogas.
"No es tan malo como se cree", suavizó el director, quien explicó que "para dar seguridad a los papás, no dimos la tarea de ir a esperar a los alumnos al paradero de micros", ubicado a unos 500 metros del liceo y donde se bajan jóvenes que vienen de Coronel o Lota Bajo.
"Es para cerciorarnos de que a los jóvenes no les pase nada en el trayecto y para darles otra señal, de las muchas, de que nos estamos preocupando por ellos. Cuando salen del colegio, hacemos lo mismo, los vamos a dejar al paradero", complementó.
Actualmente, el establecimiento tiene más de 200 matriculados y en el indicador de desarrollo personal y social del último Simce obtuvo uno de los puntajes más altos de la región.
"Era cosa de creer. Yo por lo menos, siempre creí que este colegio podía salir adelante. Creer en los jóvenes. Es más, tengo a mi hijo aquí", cerró el orgulloso director.