Fue un reconocido escritor, considerado uno de los mejores de la lengua española, tanto así que fue galardonado con más de una veintena de trofeos, entre ellos el Premio Cervantes y el Nacional de literatura, dos de los más icónicos en esta disciplina.
Durante este viernes, se informó el lamentable fallecimiento del destacado escritor nacional, Jorge Edwards, quien
residió hasta su último día en el Barrio Salamanca de Madrid, España.
Fue un reconocido escritor, considerado uno de los mejores de la lengua española, tanto así que
fue galardonado con más de una veintena de trofeos, entre ellos el
Premio Cervantes y el Nacional de literatura, dos de los más icónicos en esta disciplina.
¿Quién fue Jorge Edwards?
Nació en
Santiago en 1931 y
estudió en el Colegio Padre Hurtado, lugar donde empezó a incursionar con la pluma y escribió sus primeras poesías. Luego, en 1950 entró a estudiar en la
Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, donde materializó su primera obra, una recopilación de algunos de sus cuentos titulada
El patio.
Tras esa obra, continuó un camino ligado a la novela, escribiendo éxitos como
El peso de la noche, La mujer imaginaria, El origen del mundo, La casa de Dostoievsky y
Oh, maligna, entre otros, donde
buscaba plasmar la decadencia del ser.
Todo este trabajo lo llevo a ser considerado uno de los escritores de la "Generación del 50", un
grupo de autores que se alejaron de los tópicos clásicos de la literatura de aquel entonces, para indagar más en
el interior de los personajes y sus espacios, destacando, por ejemplo,
José Donoso, Enrique Lafourcade y Claudio Giaconi.
Otra de sus pasiones fue la política, la que lo llevó a ser un destacado diplomático del país.
Tuvo una cercana relación con Salvador Allende, quien lo envío para retomar las relaciones con Cuba, pero fue declarado persona "non grata" por su afinidad con intelectuales opositores al régimen de
Fidel Castro.
Luego, tras el
Golpe de Estado en 1973, se vio obligado a emigrar a
Barcelona, donde se mantuvo hasta 1978, cuando
volvió a Chile para ser uno de los fundadores del Comité de Defensa de la Libertad de Expresión.
Después de muchos años de diplomacia,
Sebastián Piñera, a quien apoyó de forma pública en la campaña para las elecciones, en su primer gobierno,
lo nombró como embajador en París. Ese mismo año
le concedieron la nacionalidad española. En sus últimos años se acercó a la derecha chilena y
se convirtió en militante de Evopoli.