Entre el año 2012 y 2020 el Estado chileno gastó $43 mil millones en remuneraciones indebidas, licencias médicas rechazadas o asignaciones que no correspondían. Accedimos de forma exclusiva a un informe de la Contraloría que establece cuáles son las entidades que incurren en mayores gastos de este tipo. Lo peor es que, pese a las advertencias, siguen existiendo este tipo de fallas y los dineros no son devueltos en su totalidad, generando una importante perdida de recursos fiscales. La investigación es de la periodista Josefina Eckholt.