Ha presentado cuatro denuncias tanto en la PDI, Carabineros y la Fiscalía de Curicó. Hasta la fecha solo ha conseguido una orden de alejamiento, la cual no es respetada por el agresor, y en todas las instituciones le han cerrado las puertas ya que "aún no ha sido agredida físicamente".
Fernanda Herrada ha sido víctima no solo de violencia de género, sino que también de la burocracia del sistema judicial chileno. Hasta la fecha ha presentado cuatro denuncias contra su ex pareja, con quien tuvo una relación de tres meses hasta diciembre, y que constantemente la amenaza de muerte a ella y su familia. "Me amenaza que me va a a matar a mí, a mis hijos. Que va a quemar la casa con mis hijos ahí, que me va a quemar el auto", cuenta Fernanda. Y no solo eso, sino que también "envía fotos íntimas mías a gente de mi empresa" y la vigila afuera de su casa. Una serie de audios, mensajes y grabaciones de llamadas fueron las pruebas que presentó Fernanda a la PDI en enero de este año. Pero según señala, no le tomaron su declaración porque su denuncia aun no configuraba un delito ya que aun no había sido agredida fisicamente. Luego acudió a la Fiscalía de Curicó, donde archivaron la causa porque las amenazas eran de bajo riesgo. Dos semanas después, presentó una tercera denuncia al Ministerio Público por una amenaza con proyectil, pero el caso no fue investigado y la evidencia se perdió. Finalmente, Fernanda puso una cuarta denuncia en marzo en Carabineros, y al comienzo de este reportaje aún no había sido contactada. Por lo tanto, acudió a un Juzgado de Familia, donde mintió y señaló que el individuo vivía con ella para que decretaran una orden de alejamiento en contra del agresor.