Muchos portales internacionales hicieron eco esta semana de cómo en Chile se bota la ropa usada. Son impactantes cementerios textiles en medio del desierto de Atacama. Se estima que en el país hay más de 30 mil toneladas de vestuario. La pregunta es: ¿Cómo llega esa ropa hasta ese lugar? El alcalde de Alto Hospicio, Patricio Ferreira, asegura que "son macrobasurales, son miles de toneladas de telas, de ropa, que finalmente es la basura del mundo que nosotros como país de alguna u otra manera estamos permitiendo que ingrese. Lamentablemente ingresan por la Zona Franca, tenemos gente que ha sido totalmente irresponsable con el tema de la basura".