Durante la crisis sanitaria, más de 14 mil empleadores han suspendido el pago de los sueldos a las trabajadoras del rubro. María Cotal, presidenta del sindicato de Trabajadoras de Casa Particular, asegura que de sus compañeras asociadas, solo hay dos a la que sus empleadores le siguen manteniendo el sueldo, de las 1.250.
"Cuando llegan donaciones, nos avisa la directiva", cuenta Rosario Camayo, una de las miles de asesora del hogar que se quedó sin ingresos una vez se desató la pandemia del nuevo coronavirus en Chile.
Son tres bolsas con ropa usada las que se reparten como pueden un grupo de mujeres trabajadoras de casa particular. Si bien varias tenían contrato, ya no reciben su sueldo en plena crisis sanitaria, donde la recomendación es quedarse en sus casas, en cuarentena.
Lee también: Hasta con cantante de reggaetón: Graban masivo velorio que no cumplió ninguna norma sanitaria"No pasó un día que se dictó la ley (suspensión del empleo) y ya las compañeras estaban en la calle, sin trabajo, sin techo, sin comida", lamenta María Cotal, presidenta del sindicato de Trabajadoras de Casa Particular.
Aunque otras de sus compañeras han corrido con más suerte, porque algunos empleadores han mantenido los pagos para que la trabajadora pueda hacer cuarentena.
Así lo comenta Paulina Daire, arquitecta que mantiene el sueldo de Marianela Ballesteros: "El sueldo de la Mary va a ser lo último que vamos a dejar de pagar. Es una situación muy complicada para ella, entonces prefiero dejar de pagar otras cosas que dejar de pagarle a la Mary".
Desde octubre que el trabajo de Paulina disminuyó hasta que, a la fecha, no tiene ningún proyecto. Vive sola con su hija de cuatro años y está viviendo de los ahorros. Pese a la crisis no ha dejado de pagarle a la trabajadora de su casa. "Yo no podría dejar de pagar ese sueldo porque su situación es demasiado peor que la mía", comentó.
Mary vive en Recoleta y ha estado en cuarentena desde marzo. Su sueldo es el único ingreso de la familia. "Es vital, eso es lo que nos da la permanencia. Sin su apoyo no estaríamos acá", dice Marianela.
Según las organizaciones de trabajadoras de casa particular, esta pandemia ha afectado con mayor fuerza a las mujeres migrantes, muchas sin contrato y sin redes de apoyo para enfrentar la crisis del desempleo.
"Las chilenas tenemos un círculo de familiares, de amistades que pueden protegernos. Pero tenemos compañeras migrantes que están completamente solas, sin trabajo, sin techo, sin sueldo, sin comida", dice Cotal
La organización entre ellas ha sido la única protección. Cuentan que todos los días almuerzan en un comedor, se turnan de 3 ó 4 personas y ahí cocinan. "Quedamos todas sin trabajo", dice Dulca.
Durante esta pandemia, más de 14 mil empleadores han suspendido el pago de los sueldos a las trabajadoras de casa particular, lo que sólo los obliga a continuar el pago de cotizaciones previsionales y de salud. Pero que reciban parte de su sueldo, está sujeto a los fondos de indemnización que ellas tengan en su AFP.
Lee también: Familia de Antonia Barra tras masiva campaña de apoyo en redes: "Que se haga justicia por las vías formales"El abogado Cristián Escobar explica que "la idea es que no queden cesantes, porque la ley de suspensión del empleo no es igual a cesantía, es igual a una suspensión de la relación laboral, pero la obligación es después retomarla".
Dulca dice que "de mi parte pedirle a mi jefe que me pague es 'conchudezco' (una frescura) porque no estoy trabajando".
Hay demandas clave que quedan en evidencia con la pandemia. "No tenemos seguro de cesantía, no hemos tenido la posibilidad de tener una renta de emergencia, no calificamos. No somos parte de la lista de apoyo fiscal, la respuesta es porque 'ustedes tuvieron una renta estable durante los últimos 12 meses. No califican'. Es dramático", agrega la presidenta del sindicato de Trabajadoras de Casa Particular.
Contrario a lo que se podría esperar, la Dirección del Trabajo ha registrado desde enero a la fecha una baja en las cifras de denuncias de parte de las trabajadoras de casa particular. "Los derechos de las trabajadoras están vigentes y el no cumplimiento de ellos debe ser denunciados a la autoridad del trabajo para que podamos fiscalziar", asegura Camila Jordán, directora del Trabajo (s).
Según la Inspección del Trabajo, en Chile hay 285 mil trabajadoras de casa de particular debidamente inscritas en los registros. Se estima que por cada una que lo hace de manera formal, hay al menos dos en la informalidad. Son las que trabajan por día, sin contrato, en distintas casas.
Lee también: Espacio Público propone sumar "comunicadores creíbles" y mayor fiscalización para enfrentar la pandemia"De nuestras asociadas, solo hay dos compañeras que sus empleadores le siguen manteniendo el sueldo y están en sus casas haciendo cuarentena junto a sus familias. Dos de un total de 1.250 trabajadoras", asegura María Cotal.
Aunque no figura en los registros, porque no está asociada, Marianela es una de las que recibe el sueldo. Paulina, su empleadora dice que "para mí no es un acto de solidaridad, para mí es como chao, el barco se hunde con todos adentro nomás, hasta que termine".
Pero más allá de la buena voluntad de sus empleadores, lo cierto es que se esconde una desprotección social y económica que derechamente vulnera la dignidad de las trabajadoras.