Los jugadores de Gran Hermano participaron de una divertida prueba durante la jornada, la cual consistía en que el líder de la semana, Raimundo Cerda, lanzaba bombitas de agua. Sus compañeros, ubicados al otro lado de la red, debían recibirlas evitando que se revienten para poder depositarlas en unos baldes. Jorge tuvo un mal comienzo en la prueba, ya que primero se le reventó y luego sufrió un doloroso golpe bajo.