Hugo Navarro vive un calvario: sufre dolores insoportables, su madre no puede trabajar por tener que cuidarlo y ambos se sostienen solo con una pensión de $200 mil. Pese a que ha sido operado cerca de 100 veces, el joven no pierde la esperanza de ser feliz. "Amo la vida y quiero seguir adelante", asegura.
Una compleja situación está viviendo Hugo Navarro, un joven de 21 años que, desde pequeño, ha tenido una serie de padecimientos de salud. Padecimientos que, en los últimos tres años, se han acrecentado.
Navarro sufre de varias enfermedades, ha sido sometido a múltiples operaciones y actualmente se encuentra con intenso dolor, ya que se le han salido los implantes de titanio de la operación a la columna que fue sometido.
Así lo afirma Cecilia Olivares, su madre, quien añadió que su hijo nació con mielomeningocele, un defecto de nacimiento en el que la columna vertebral y el conducto raquídeo no se cierran antes del parto.
Te puede interesar: Mujer pide ayuda: Sus hijos tienen parálisis cerebral, se quemó su casa y vive en una mediagua sin luz, agua ni bañoPor este motivo, su primera operación fue a tan solo 24 horas de haber nacido. Desde entonces hasta ahora, asegura, ha sido operado cerca de 100 veces.
Con los años, y debido al mielomeningocele, se le produjo una cifo-escoliosis neuromuscular de la que fue operado en el Hospital Exequiel González en 2015.
Para ello fue sometido a una artrodesis vertebral posterior (cirugía para fusionar de manera permanente dos o más vértebras en la columna vertebral), a una osteosíntesis (unión de fragmentos de un hueso fracturado mediante la utilización de elementos metálicos) y a una cifectomia que, en palabras de su madre, “se le colocaron implantes de titanio”.
Pero luego, como se señala en la epicrisis del hospital, “el paciente, de manera violenta y voluntaria, se retiró el drenaje” que derivó en una infección que fue tratada. Se le realizaron múltiples injertos de tejidos y posteriormente fue sometido a una compleja microcirugía con injertos venosos en su espalda en el Hospital de la Fach. Esto porque el Hospital Exequiel González no contaba con infraestructura.
Te puede interesar: Grave negligencia: Se iba a ligar las trompas de Falopio, pero se las cortaron y quedó defecando por la vaginaSin embargo, el injerto presentó un hematoma que requirió de drenaje quirúrgico y se tuvo que retirar dicho colgajo (injerto).
Tras un tratamiento, fue reingresado al Hospital Exequiel González, siendo dado de alta meses después. Pero como cumplió 18 años, no podía seguir tratándose en aquel lugar y fue derivado al Hospital Barros Luco.
En abril de 2016, Hugo fue nuevamente hospitalizado tras presentar fiebre asociada a una gripe y dolor en la región dorso-lumbar asociado a “deformidad en cicatriz operatoria”.
Dos meses después, la epicrisis del hospital indicó que se observó salida de material de la osteosíntesis, es decir, “se le partieron los implantes y comenzaron a salirse”, explicó Cecilia.
Tras esto, el joven debió ser derivado a la Clínica Tabancura donde fue operado de la lesión lumbar. “Se corta barra dado que la punta erosionaba la piel”, se consignó en informe médico.
Te puede interesar: Tiene dos RUT y cuatro apellidos: La dramática vida de mujer con doble identidadComo si no fuera poco, ese mismo año sufrió la amputación del pie izquierdo tras infectarse una escara.
En los últimos meses del presente año nuevamente se le están saliendo los “fierros”. “Se me quebraron y empezaron a salir de la piel”, relató Navarro, añadiendo que está con dolores insoportables.
Tanto Hugo como su madre comentaron que han ido a hospitales públicos por esta situación, pero que no les han dado solución. “Estamos solos”, recalcó el joven.
Además de todo lo que terrible por lo que ya ha pasado, la madre de Hugo Navarro confidenció que tiene otras enfermedades: fibrosis quística, hipertensión pulmonar -por lo que en las noches debe usar ventilación mecánica; epilepsia secundaria, Chiari tipo II, alergia al látex y vejiga Neurogénica con vesicostomía (implica incontinencia urinaria).
Te puede interesar: Se atragantó con un pedazo de carne, su familia se desesperó y él mismo guió los primeros auxiliosPese a las dificultades, Hugo se sostiene en base a su fe en Dios. “Yo creo harto y sé qué él me ha dado muchas oportunidades de vida. Por eso amo la vida y quiero seguir adelante”, afirma. A ello, agregó que lo único que quiere es ser una persona feliz, sacar su cuarto medio, seguir estudiando y ojalá trabajar.
Explicó que solo vive de una pensión de gracia de un poco más de $200 mil y su madre no puede trabajar por tener que cuidarlo. "Por el momento vivo el día a día, necesito ayuda”, clama.