El Tribunal de Disciplina de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) sancionó a Universidad Católica tras los incidentes ocurridos en el encuentro ante Ñublense, disputado el pasado 26 de agosto.
La Primera Sala determinó que los Cruzados deberán jugar un partido sin público a raíz de las bengalas que lanzó parte de su parcialidad a la cancha del Estadio Santa Laura.
Este hecho forzó a pausar el partido por casi diez minutos, lo que quedó consignado en el informe del árbitro Diego Flores y que significó la molestia del resto de los asistentes al recinto.
El fallo fue unánime por parte de los integrantes de la Primera Sala y obliga a la UC a disputar el siguiente compromiso a puertas cerradas, el cual será contra Magallanes el próximo 24 de septiembre.
El comunicado de la UC tras ser castigada
Una vez confirmado el castigo, el club emitió un comunicado en el que afirmó que "Cruzados cumplió de manera sustancial con las medidas de seguridad concordadas con la autoridad".
El club lamentó que sea toda la fanaticada la que pague por el actuar de estos individuos e insistió en que "discrepamos profundamente del criterio que mantiene el Tribunal, y que ha significado que una gran cantidad de partidos del fútbol chileno se jueguen sin público".
Lamentamos que la Primera Sala no reconozca los esfuerzos que como institución hemos hecho para evitar este tipo de desmanes y sancionar a sus responsables, persistiendo en su premisa de aplicar una sanción general a todos los hinchas, no obstante resultar evidente que la responsabilidad recae en un grupo minoritario de personas que vienen decididos a causar daño", agregaron.
