Será la tercera oportunidad en la que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre esta causal. A través del inicio de los alegatos, comenzó la revisión de la causa de divorcio culposo por homosexualidad en el caso de Claudia Escobar y Paula Sarria, Dos colegas, amigas y hoy también pareja que desde julio, se han enfrentado a sus ex maridos y a la justicia, por amor.
En el año 2018, Claudia y Paula, quién hasta ese entonces nunca había cuestionado su orientación sexual, se dieron cuenta de que su relación de trabajo y amistad iba más allá, que sus sentimientos eran más profundos. Ambas estaban en medio de matrimonios totalmente desgastados.
Claudia llegó a trabajar ese año al proyecto educativo de orientación Waldorf en la Región de Coquimbo, lugar en el que ya se desempeñaba Paula. A ella le contó sobre su crisis matrimonial y del maltrato psicológico que denunció como violencia intrafamiliar, de su marido y padre de sus tres hijos.
En paralelo, Paula vivía una situación similar. Tras 14 años de matrimonio y con dos hijos, el desgaste en la relación provocó que le planteara la opción del divorcio, considerando que ya vivían en piezas separadas y cada uno hacía su vida.
En ese contexto, comenzaron a profundizar el lazo y su amistad se transformaría pronto en una relación de pareja, la que llegaría a oídos del marido de Paula. Fue el origen de la acción judicial.
Tras amenazarla con quitarle la casa, Paula pidió el bien familiar de la vivienda. Aquello provocaría que su marido respondiera con la denuncia por divorcio culposo, no por la infidelidad, sino que por homosexualidad en mayo de 2019.
"Tuve una sensación de injusticia, porque mi relación con Claudia la comencé después de separarme de él. La exposición, y sobre todo el cuestionamiento que se me ha realizado en mi rol de madre ha sido muy desgastante", asegura Paula, quien denunció también a su esposo por amenazas.
Se le cuestionó la vulneración en materia educativa con respecto a sus hijos, por tenerlos en un centro educacional cuyo método de enseñanza no es el tradicional. Lo mismo a Claudia, quien perdió la custodia de sus hijos tras un polémico y cuestionado informe del Programa PPF Mahuida, organismo colaborador del Sename, emitido por la Defensoría de la Niñez.
"Que el Tribunal falle por primera vez a favor nos daría esperanza, dentro de un caso que nos ha golpeado de distintas maneras. Sobre todo por cómo han tratado de desarticularnos como pareja incluyendo a nuestros hijos. Me acusaron de ser una madre vulneradora por tenerlo en un establecimiento diferente, algo que nunca fue tema para mi ex pareja cuando estábamos juntos"
En la Defensoría de la Niñez se inició un sumario interno en contra de Sandra Rivera González, abogada que patrocinó la demanda en contra de Paula y Claudia, actual pareja de uno de los demandantes y quien además se desempeñaba como funcionaria de la Defensoría, desde donde habría intentado influenciar en aquel informe. Ello provocaría su destitución, aunque a la fecha, Claudia sigue sin recuperar la custodia de sus hijos.
Para poder demandar por divorcio culposo, actualmente existen seis causales, entre ellas: El atentado contra la vida o malos tratos graves contra el cónyuge y/o los hijos; transgresión grave y reiterado de los deberes de convivencia, socorro y fidelidad; alcoholismo o drogadicción; tentativa de prostituir al cónyuge o hijos; y también la conducta homosexual.
Para Cecilia Ortega, directora de la Comisión LBTI de la Asociación de Abogadas Feministas de Chile, "esta norma, violenta la igualdad ante la ley y a la no discriminación pues estigmatiza exclusivamente a la homosexualidad, cuando lo único que debería importar para estos efectos es si una persona fue o no infiel".
Por su parte, para Erika Montecinos, coordinadora de la Agrupación LésBIca Rompiendo El Silencio, este caso "representa la vulnerabilidad a la que hemos estado sometidas las disidencias sexuales y su reconocimiento. Sin duda, un artículo de estas características habla de lo anquilosadas que están nuestras leyes sin adaptarse los tiempos actuales".
Nos contactamos con la parte demandante y nos aseguraron que "habían desistido de la causal de homosexualidad, como parte del proceso judicial y que ahora sólo se encaminaban en la infidelidad, aunque aseguran, la contraparte se opuso". Acusan que hay una campaña para hacer público este caso como una lucha distinta a lo que judicialmente se está viendo.
La abogada de las demandadas, Gabriela Calderón, asegura que “ellos en realidad hicieron un desestimiento parcial, respecto solo de la causal y eso no existe a nivel procesal, por lo tanto ese requerimiento fue rechazado por el Tribunal de familia, por eso este jueves se vieron los alegatos en el Tribunal Constitucional”.
En los próximos días se sabrá si el Tribunal Constitucional desestima por tercera vez el requerimiento de inadmisibilidad por esta causal, o si bien, se modifica el criterio, en base a los cambios normativos y avances legislativos que han existido en esta materia.