Guillermo Berjeli, podólogo argentino de 46 años, será juzgado por el crimen del chileno Roberto Guzmán Jaque (58), fallecido en enero de 2020 por intoxicación con metanol y etilenglicol.
Un dramático giro tuvo la muerte de un hombre chileno en Buenos Aires, Argentina, tras comprobarse que había sido asesinado y el principal sospechoso es su esposo, quien se encuentra en prisión preventiva.
Guillermo Berjeli, podólogo argentino de 46 años, será juzgado en marzo por el crimen del chileno Roberto Guzmán Jaque (58) y enfrentará cargos por homicidio agravado por el vínculo, alevosía, envenenamiento y codicia.
Según consignó TN, Berjeli enfrentará ocho audiencias fijadas para los días 17 y 19 de marzo, 7 y 9 de abril y 5, 7, 26 y 28 de mayo. Incluso, no descartan que, debido a la gravedad del crimen, sea condenado a cadena perpetua.
De acuerdo al mismo medio, Guillermo y Roberto contrajeron matrimonio el 16 de septiembre de 2019. Se conocieron en una app de citas y, en menos de un año, ya vivían juntos en Buenos Aires.
El chileno trabajaba en una aerolínea y había sido diagnosticado con VIH hace algunos años, pero estaba controlado y llevaba una vida tranquila con su pareja.
Sin embargo, todo cambió cuando en diciembre de 2019 sufrió una descompensación severa que lo llevó a internarse en un centro de salud en Recoleta.
Para sorpresa de los médicos, la salud de Roberto se fue deteriorando rápidamente hasta fallecer el 12 de enero de 2020.
Durante la investigación, revisaron las cámaras de la habitación del fallecido, donde se dieron cuenta de que en un periodo de 10 días, el podólogo manipuló los sueros en 13 oportunidades y los reemplazó por otros que llevaba él en una mochila.
Finalmente, la víctima murió por intoxicación con metanol y etilenglicol, sustancias letales que, en altas dosis, puede causar un daño irreparable en los órganos vitales.
Según la acusación, el podólogo mató a Roberto para cobrar un seguro de vida y quedarse con los bienes de su esposo en Chile, que incluían propiedades avaluadas en unos 300.000 dólares.
Sin embargo, el presunto asesino no pudo acceder a esos bienes, ya que en ese momento, Chile no reconocía legalmente el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Otro antecedente que desconcertó a la familia de la víctima fue que, apenas 48 horas de su muerte, Berjeli decidió cremar el cuerpo y no permitió que otros cercanos pudieran despedirse.