Luego de ser coronados como reyes de Inglaterra en la Abadía de Westminster, Carlos III y Camila se dirigieron de vuelta hacia el Palacio de Buckingham en el Carruaje Dorado para realizar el tradicional saludo hacia el pueblo inglés como reyes oficiales. En su camino, miles de fanáticos de la Familia Real esperaron ver pasar la procesión por las calles de Londres.