La obispa Mariann Budde realizó un servicio religioso en Washington en el que le pidió al nuevo presidente de Estados Unidos que tuviera piedad con la comunidad LGBT y migrantes que "tienen miedo ahora".
Donald Trump asumió el 20 de enero como el presidente 47° de Estados Unidos y ya ha tomado una serie de polémicas medidas. Ahora, una obispa lo "enfrentó" y le pidió tener "piedad" por aquellos que "sienten miedo".
Dichas medidas van desde reconocer solo dos géneros hasta estrictas políticas en contra de inmigrantes, entre otras, algo que ha generado diferentes reacciones alrededor del mundo.
Este martes recién pasado se realizó un servicio religioso en la catedral de Washington, donde la obispa episcopal, Mariann Budde, realizó una petición que dio la vuelta al mundo.
"Señor presidente, millones han puesto su confianza en usted y como dijo ayer a la nación, ha sentido la mano providencial de un Dios amoroso", comenzó diciendo frente a la mirada de Trump.
Acto seguido, continuó con la voz temblorosa: "En nombre de nuestro Dios, le pido que tenga piedad de las personas de nuestro país que tienen miedo ahora".
"Hay niños gais, lesbianas y transexuales en familias demócratas, republicanas e independientes. Algunos temen por sus vidas", agregó.
En esa línea, incluyó a los migrantes: "Las personas que recogen nuestras cosechas y limpian nuestros edificios de oficinas, que trabajan en granjas avículas y plantas de empacado de carne, que lavan los platos después de comer en los restaurantes y trabajan en los turnos de noche en los hospitales".
"Puede que no sean ciudadanos ni tengan la documentación adecuada, pero la inmensa mayoría de los inmigrantes no son delincuentes", sostuvo Budde.
"Pagan impuestos y son buenos vecinos. Son miembros fieles de nuestras iglesias y mezquitas, sinagogas, gurdwaras y templos. Le pido que tenga piedad, señor presidente, con aquellos en nuestras comunidades cuyos hijos temen que se lleven a sus padres, y que ayude a aquellos que huyen de zonas de guerra y persecución en sus propias tierras a encontrar compasión y acogida aquí", fue parte de su petición.
A la salida, Trump fue consultado por la petición, a lo que respondió: "¿Te ha gustado? ¿Te ha parecido emocionante? (...) No me pareció un buen servicio. Podrían hacerlo mucho mejor".