Los líderes de una banda que asaltaba a sus víctimas haciéndose pasar por funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI) deberán pasar desde 18 a 20 años en la cárcel por sus delitos. Su modo de operar era subir a los afectados a un auto, diciéndoles que tenían una orden de detención y debían llevarlos hasta el domicilio. Todo esto lo hacían portando chaquetas, placas, radios y armas de la institución mientras perseguían el objetivo de sustraer las pertenencias que estaban dentro de la vivienda. Pero un día, mientras seguían a una nueva víctima que iba con rumbo a su trabajo, los verdaderos detectives dieron con el paradero de estos sujetos. Los rastreos telefónicos permitieron identificar a la banda y reconocer los lugares en donde estos hechos tuvieron lugar. Al momento de ser capturados, se les encontró armas, municiones, drogas, vehículos y cascos. La PDI entregó recomendaciones para no caer en este tipo de delitos.