Un corte de luz programado, pero mal manejado, generó que los vecinos del edificio en Toro Mazote 76 vivieran una pesadilla, que en una noche, acrecentó problemas que se extienden hace meses.
Los termómetros marcaban 35 grados en la Región Metropolitana cuando en un edifico ubicado en la calle Toro Mazote 76, en la comuna de Estación Central, se encontraban sin dispositivos electrónicos para poder refrigerar sus alimentos ni dispositivos eléctricos para capear el calor: Todo por un corte de luz programado que salió mal.
El corte de suministro eléctrico estaba planificado desde hace días y se debía efectuar a las 10 AM en una edificación de 29 pisos y que cuenta con 482 departamentos. Sin embargo, cuando fue restaurando entre las 16 y 18 horas del mismo domingo, algo no se hizo bien.
Según relatan vecinos, en el momento en que regresó la luz, los refrigeradores, televisores y ventiladores comenzaron a explotar y fallar. Aún con 30 grados de temperatura, el peligro de perder carnes, pollos y otros productos congelados era real.
Los ascensores no funcionaban y tampoco los dispositivos para intentar sobrellevar las altas temperaturas. Motivo por el que los y las vecinas se vieron obligados a bajar para presentar un reclamo. Nadie tenía claro qué había pasado en un procedimiento que debía ser rutinario.
Recién en la madrugada del lunes tuvieron unas explicaciones, aunque fueron pasadas de boca en boca. Según algunas de las personas que viven en el edificio, un trabajador de Enel les habría dicho que todo se debió a un error de voltaje. Por suerte, la situación no dejó heridos.
Sin embargo, desde la empresa Enel, la versión oficial es otra: "Estamos investigando qué es lo que pudo pasar. Este tipo de eventos en donde se produce una variación de voltaje, normalmente es originada por una causa que afecta a los componentes de la red", señaló Gonzálo Labbé, vocero del privado.
Pero antes de que se resolvieran los problemas, debieron hacer esperar a personas mayores en lugares comunes porque los ascensores no funcionaban, ya que podrían tener problemas para subir los pisos o presentar dificultades con el calor.
Así lo cuenta Carolina Aguilera, una de las vecinas afectadas, quien aseguró que había “gente de mayor edad que vive en el piso 29, personas con niños enfermitos que no pueden bajar” y que cuando volvió la luz estaba hablando por celular conectado a la corriente y que el aparato “salió volando”.
Pero no era la única preocupación, ya que entre las vecinas se encontraba una niña que requiere alimentos especiales y que se vieron en riesgo sin el refrigerador y al estar expuestos a la temperatura.
La situación se volvió más caótica cuando los vecinos se percataron que también tenían un frente a resolver con el agua, ya que ésta también se cortó y cuando volvió, sin los y las dueñas de casa presentes -porque estaban distintos pisos resolviendo otras urgencias- se quedaron llaves abiertas, las que al dar el agua desembocó en que algunos sectores se inundaran, como el de las bodegas.
Una vez se resolvió los más urgente, es decir el problema con la corriente y el agua, desde Enel pasaron puerta a puerta haciendo un catastro de daños y ofreciendo un servicio técnico para reparar objetos dañados.
Pero esta no es la primera vez que los vecinos de Toro Mazote 76 ven su rutina afectada por arreglos e intervenciones de este tipo. En un año, debieron ser testigos de cómo fue necesario que intervinieran la calle en más de 10 ocasiones para meter mano en las cañerías, las que al parecer están superadas por la cantidad de personas que viven en el edifico.