Los trabajadores de Lima Asia no sabían de la millonaria deuda que su dueño tenía por ende no sabían el riesgo que implicaban las pérdidas que tenía el local.
Jueves 21 de abril de 2016 | 01:05
El Chef Gustavo Maurelli hizo que Pablo invitara a cada uno de sus clientes a llenar una encuesta que tenía como fin saber cuáles eran las falencias que tenía su local y así poder analizar en detalle los problemas del restaurante, pero más que sugerencias se encontraron con muchas quejas.
El equipo de trabajo de Lima Asia fue citado a una reunión para saber los comentarios de la gente donde se leyeron las palabras que los mismos clientes escribieron y que fueron bastante duros para todos.
Con esto Pablo, el dueño debía decidir si el local se iba a dedicar exclusivamente a la comida peruana o si iba a seguir por la línea de la gastronomía China, pero para ello su dueño y la administradora debían tomar una decisión.
Maurelli le pidió a Pablo que escribiera una carta a sus empleados contándole sus problemas económicos en el local para que ellos pudieran entender lo que realmente estaba ocurriendo y así tomaran conciencia y lo ayudaran a salir adelante.