Una de las personas que tuvo contacto con los ciudadanos venezolanos acusados de asesinar al profesional fue amenazada luego del homicidio y ahora es una testigo clave del cruento caso.
Fue el pasado jueves cuando fue hallado el cuerpo de Nicolás Pinochet, el médico que acaparó titulares al intentar incendiar un Cesfam tras ser despedido en La Serena.
El cadáver del profesional fue encontrado en un sitio eriazo cercano a la Ruta 5 Norte cuando aún era buscado por la justicia, por lo que el operativo supuso un gigantesco vuelco en el caso.
Desde entonces, han aparecido nuevos antecedentes en torno al enigmático homicidio, entre ellos, el incendio que afectó a la casa de la víctima y, también, las últimas horas que vivió antes de morir.
Según se reveló en la audiencia de formalización, Nicolás conoció a sus homicidas un día antes de su deceso, en uno de los locales de la llamada "Cuatro Esquinas".
En ese lugar, los ciudadanos venezolanos, presuntos autores del asesinato, estaban en compañía de una mujer boliviana y el médico les preguntó si conocían dónde podía arrendar un departamento y comprar drogas.
Posterior a ello, se dirigieron a la casa de sus padres, Pinochet sacó ropa y un parlante y fue llevado hasta el sitio eriazo por sus acompañantes.
Sin embargo, antes de que llegaran al sitio donde el profesional perdió la vida, la mujer se fue a su casa con las cosas, pues allí se verían tras la transacción. Lo que no sabía, era que los sujetos ya tenían planificado el macabro crimen.
“¿Quieres saber la verdad? Lo matamos”, respondieron cuando la joven boliviana notó sangre en el pantalón de uno de ellos y preguntó qué había ocurrido. Para no ser delatados, la amenazaron con asesinar a toda su familia si es que hablaba con la policía.
De esta forma, cuando uno de los homicidas todavía se mantiene prófugo, la mujer se convirtió en testigo clave sobre el cruento hecho policial que ha remecido a la región de Coquimbo.